«la mitad de las cosas que se han hecho, desde hace cuatro años hasta ahora, de la Generalitat, son ilegales, o alegales o pueden ser recurribles»

Javier Somalo: “Ahora se hacen muchos homenajes y se recuerda mucho siempre a Maragall, se recuerda a Pujol -Presidentes de la Generalitat, incluso a Companys y nadie, nadie, nadie habla del que dijo lo de ciudadanos de Cataluña, que es el término que habría que emplear hoy. ¡Ni nación ni gaitas!”

Publicat el 17 d’agost de 2010 a les 14:32
Si ahir us oferíem la primera part de l'especial sobre l'Estatut que va oferir el programa Debates en Libertad, de Libertad Digital TV, avui el rematem amb una altra desena de talls. Tot i que el titular i el destacat d'aquesta secció corresponen a declaracions de Casimiro García Vadillo, el primer, y de Javier Somalo, el segon, la resta de perles cultivades són obra de l'"ingenioso hidalgo" Manuel Sánchez de Diego que, potser pel fet que s'estrenava en aquest gènere de la tertúlia-linxament, va aprofitar per fer una "faena de lucimiento" tallant les orelles de qualsevol que se li acostés i fes un cert flaire de català. Assistit als cors per Jaime Campmany i per Rafael Rubio, la "cantada" de l'amic Rubio constitueix un espectacle que no té parió, fora, potser, de la memorable demostració de "raza" que va fer l'inefable John Cobra a TVE.

Hi ha moments que Sánchez es posa èpic i diu coses tan emotives com ara: "Yo creo que España es un proyecto apasionante", però també hi ha moments que polsa els registres apocalíptics: "En el tema de realciones internacionales, el Estado es el que prácticamente se convierte en un lacayo de Cataluña". La base del seu discurs, però, és manté sòlida  i parteix , en essència de la "santíssima trinitat": Una, grande y libre :"Si defienden la existencia del pueblo catalán como ente soberano frente al pueblo español, evidentemente la relación es de bilateralidad, pero es que eso no se dá"; "Ellos no pueden admitir ningún recorte a lo que su pueblo catalán ha aprobado en referéndum, aunque hayan ido sólo uno de cada diez a votarlo"; "El TC se hubiese arreglado mucho el asunto si hubiese dicho: Bueno, vamos a ver, ¿qué es un estatuto? Es esto. Por lo tanto, todo lo demás que usted meta en el Estatuto, como mucho le voy a reconocer rango de ley ordinaria. Y punto. Y además no hubiera permitido la existencia de obligaciones para ciudadanos establecidos ahí"