Un programa para Núria Garrido

«Ahora sabemos que ser propietario es una auténtica faena, un quebradero de cabeza, una maldición celeste que nadie nunca querría para sí»

05 de juny de 2025

El otro día, El Matí de Catalunya Ràdio promovió un pedagógico debate sobre el asunto que más preocupa al personal según el barómetro del CEO. Aunque parezca increíble, no estamos hablando del hijab en las aulas sino del acceso a la vivienda. Con una impecable vocación de servicio público, Ricard Ustrell sentó en la mesa a dos voces antagónicas. A un lado estaba Carme Arcarazo, voz autorizada del Sindicat de Llogateres i Llogaters. Al otro lado se sentaba Núria Garrido, presidenta de la patronal de propietarios Som Habitatge. El resultado es conocido: Garrido ganó por goleada.

Que nadie me malinterprete: el sindicalismo del arriendo en Catalunya desempeña una labor encomiable y didáctica, proporciona asistencia jurídica y dispone de una caja de resistencia que cubre las espaldas de sus afiliados. Por otra parte, Carme Arcarazo es una portavoz solvente que pone en el centro de sus discursos la pauperización de los inquilinos y la ausencia de medidas contundentes en los gobiernos. Son tan necesarios que soñamos con que un día dejen de serlo. 

Gracias, de corazón, pero el otro día fue Núria Garrido quien hizo la aportación más impagable a la causa. No por azar, sus palabras se volvieron virales y removieron conciencias dormidas allá donde la somnolencia es la norma. Ahora sabemos que Garrido tiene inquilinos como quien tiene churumbeles y llora a lágrima viva cada vez que uno de ellos se divorcia, enviuda o pierde el curro. Algunos incluso tienen goteras y dan la lata al arrendador en lugar de resignarse a caminar por la casa en botas de goma. Lo que viene a ser un incordio, vamos.

Es cierto que Arcarazo trataba de exponer también sus razones, pero Garrido la cortó en seco con un argumento definitivo. La envidia. Envidia es lo que tienes, guapa. Así es como la cara amable de Som Habitatge zanjó la discusión y proporcionó una jugosa materia prima a los montadores de Alguna pregunta més?. Después de todo, es mejor tomárselo a chufla y agradecer los servicios prestados. Ahora sabemos que ser propietario es una auténtica faena, un quebradero de cabeza, una maldición celeste que nadie nunca querría para sí.

No pretendo desmerecer el trabajo del Sindicat de Llogateres i Llogaters, pero la perorata de Garrido es una contribución decisiva a la lucha por el derecho a la vivienda. Al César lo que es del César. Desde estas líneas quiero dar las gracias a Som Habitatge por la elección de su portavocía y le extiendo una propuesta a Catalunya Ràdio: Núria Garrido merece un programa matinal para ella sola. Entregadle un micrófono y haced que cuente en directo sus penas. Las calles no tardarán en empezar a arder y los gobiernos no tendrán más remedio que poner coto a semejante sinvivir. Maldita sea.