Lo de Rufián

«Se entiende que ERC quiere crecer por el costado de los Comuns y Podemos aspira a recuperar los votantes del PSC»

31 de juliol de 2025

Quien no haya pasado el verano debajo de las piedras, habrá escuchado los ecos de la última propuesta de Gabriel Rufián. La semana pasada, el diputado de ERC soltó la bomba en los pasillos del Congreso español y aún andamos a vueltas con la cuestión. Se trataría, en última instancia, de articular un espacio de izquierda plurinacional que replique la experiencia de Ahora Repúblicas en las elecciones europeas. “Si no nos ponemos de acuerdo, nos van a matar por separado”.

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Las palabras de Rufián han sido interpretadas como un llamamiento a formar coaliciones entre las izquierdas independentistas y las izquierdas de proyección estatal. Sin embargo, si uno presta atención a la letra de la propuesta, el asunto suena más bien a OPA hostil. Lo que Rufián viene a decir entre líneas es que Podemos tiene un concepto errado de la plurinacionalidad. Por eso propone un espacio “no creado desde el despacho de una universidad de Madrid con antenas rotas respecto a lo que significa Euskadi y Catalunya”.

Hay que prestar atención a los tiempos. ¿Cuándo lanza Rufián su propuesta? Justo cuando Ione Belarra arremete en el diario Ara contra las competencias catalanas en materia migratoria. Justo cuando Oriol Junqueras y Pablo Iglesias se enzarzan en un debate digital a raíz de la entrevista de Belarra y de un artículo difundido por Echenique que defiende la obra de teatro Esas latinas. Es entonces cuando Rufián despeja la reyerta con un abrazo del oso en clave soberanista, un proyectil de llamada a la unidad a sabiendas de que la izquierda estatal aparece dividida en las encuestas. La amenaza de un gobierno con Vox hace el resto del trabajo.

Este mismo lunes, Pablo Iglesias tuvo que dar su visión sobre el tema en RNE. Digamos que liquidó la cuestión con un educado escepticismo. Al fin y al cabo, ERC y Podemos son simultáneamente aliados y competidores. Eso explica no solo la controversia veraniega, sino el debate territorial en el Estado español. La plurinacionalidad, si es que existe, es asimétrica. ERC no presentará candidaturas en Madrid, pero Podemos sí las quiere presentar en Barcelona. Y la formación de Belarra está buscando su espacio en Catalunya replicando el discurso que le dio tan buenos resultados en sus tiempos dorados.

Si se cumple el guion, ERC seguirá reprochando a la izquierda estatal su centralismo y Podemos pondrá a Junts en el foco de todas las maldades. Se entiende que ERC quiere crecer por el costado de los Comuns y Podemos aspira a recuperar los votantes del PSC. En todo caso, regresan los debates de 2014, cuando Iglesias le reprochaba a David Fernàndez su abrazo en la consulta del 9-N: “No me veréis abrazado ni a Rajoy ni a Mas”. La CUP le devolvía el dardo: “Un abrazo a Pablo Iglesias. Pero, en relación con comprometerse con la celebración de un referéndum de independencia, ¿qué?”. Las modas siempre vuelven y las serpientes de verano siempre se muerden su propia cola.